viernes, 4 de febrero de 2011

Leyendas Urbanas Apócrifas I - El hombre gerundio

En la típica calurosa tarde de verano, en la ciudad de Buenos Aires, se siente el devenir de conciencias que avanzan hacia un futuro inmediato.  Dejan sobre sus espaldas un tendal de pensamientos, olores, sentimientos, canciones.  Arrastran ilusiones y frustraciones y llegan a cualquier lugar con la satisfacción del objetivo inmediato efímero cumplido.  De tanto en tanto algún suspiro los saca de la atmósfera cotidiana y los envuelve en una utopía.  En ese momento se puede sentir algún diálogo lejano.  “¿Y cómo andan tus cosas”.  “Y… tirando”

La sensación de simultaneidad hace del uso del gerundio, algo usual y poco llamativo.  Aunque lo curioso es saber, después de caminar por alguna plaza en búsqueda de un poco de sombra, que por las calles de CABA circula el llamado Hombre Gerundio.  ¿Quién es? ¿Dónde vive? ¿Qué peligros lleva un posible encuentro con él? Interrogantes que nadie ha podido dilucidar al día de hoy.  Sin embargo, llama a la curiosidad.

Se ha rumoreado que el hombre gerundio es tan sólo un adolescente en aspecto, aunque llevaría la cuenta de más de 144 primaveras vistas.  Busca pasar inadvertido con su peculiar modo de hablar, para lo cual ha logrado introducir su jerga en los medios de comunicación más leídos.  Este hábil movimiento le permite al hombre gerundio, caminar las calles de la ciudad sin que nadie note su presencia, aún cuando kiosqueros de la zona de Palermo afirman que cada tanto escuchan un “¿me vas dando el vuelto?” que suena provocador, motivo por el cual agudizan su mirada y notan que el tono de voz no se condice con la imagen física del sujeto.

Hay quienes afirman que es colorado, muchos otros, sin embargo, le dan un aspecto de piel morena pero “copado” como han dicho comerciantes del barrio de Colegiales. “Más un café con leche”, aseguran.  Estas mismas fuentes confirman que el hombre gerundio aparece alrededor de las 20 horas cuando pregunta “¿y? ¿Cómo va andando todo?” “Acá ando, caminando un poco, tratando de ir comprando las cosas para cuando esté vacacionando” dicen que responde cuando alguien le da bola.

No se han conseguido muchas más especificaciones sobre este hombre/muchacho/joven.  Fuentes informan que se trata de un hombre solitario, aunque otros dicen que todo lo contrario. El único dato certero, que igual lleva a un callejón sin salida, es que sería redactor del diario deportivo Olé.

Una de las tantas Leyendas Urbanas Apócrifas.

No hay comentarios: