¿Qué es febrero? Es raro, es un mes medio jueves. Por una parte pareciera no ser el mes fuerte de las vacaciones. Cierta vez en su programa de Radio, Mario Pergolini respondía a una consulta de un oyente que seiba a Mar del plata en Febrero, y quería conocer los recitales que habría. El empresario respondía que todo terminaba en enero. Los que llegan en febrero parecen ser quienes se toman el último vagón corriendo.
Aún así, en las calles, sigue vigente esa conciencia social de que nada arranca. Las calles continúan vacías, aunque de a poco comienzan a llenarse del letargo de la rutina. Las noches aún dejan subir ese humo de tranquilidad e inocencia (como decía Mafalda, en la playa parece que nadie tiene la culpa de nada). Parece el mes de la pausa, el momento de mantener y esperar que todo arranque.
También estaba la idea del mes más tranquilo para vacacionar, algo que bien se puede desmentir con tan solo asomar la jeta en la Bristol.
Todo mes es bueno para vacacionar. Lo que no termina de cerrar es esa sensación de incertidumbre que genera febrero. La misma que se refleja en los medios de comunicación, que pueden elegir la noticia con la cual rellenar el día sin seguir un patrón inamovible. La noticia de esta semana fue el estreno de la última temporada de Lost. La serie, si bien unca la he seguido de manera en que lo siguen los fanáticos, tiene algo de febrero. Algo que no se puede explicar del todo, pero está ahí.
Eso tiene febrero, que hace que de repente, así como así, me ponga a escribir algo, sin saber de qué, ni tampodo dónde ir.
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