jueves, 2 de agosto de 2007

El nuevo Recluta - PARTE 1

PARTE 1 –Hola – –¿Hola?, ¿Santiago? –respondió la voz dulce de una chica. Una adolescente, que mientras hablaba jugaba con su pelo, y con el cable del teléfono. –Sí – –¡Ah!, Gracias a Dios que estás bien, amor, menos mal... pensé que ya te había perdido, pensé que no estabas, pensé que... –contaba animada la chica. Su voz seguía siendo dulce, pero parecía haberse quitado un enorme peso de encima a medida que surgían las palabras. Hasta que él la interrumpió. –Llamé para despedirme – –¿Cómo?... ¿Qué diji...? Pero... no... no, Santi, no me digas que... –Ahora se sumaba un inconfundible sentimiento de miedo, de indignación, que súbitamente iría subiendo en pánico, pavor por la noticia escuchada. Dos horas después de la charla, la chica acostada en su cama, con los ojos enrojecidos, moqueando sobre la almohada, abrazándola como si fuera aquel chico al que tanto ama. Miraría la lámpara colgando de la habitación y pensaría en ahorcarse, pero no lo haría. Aunque por unos segundos también tuvo sobre su sien el frío hierro que apuntaba exactamente en el lugar que terminaría con las dudas. Pero de eso hace ya muchos años. –Lo siento... lo siento mucho... tuve que hacerlo – –Pero... no... pero... Santi... no... no... Santi... –Las primeras lágrimas que reaccionaron comenzaron a caer por su rostro, hasta volverse incontrolables. La voz comenzaba a ser histérica, y no abandonaría ese tono hasta el final. Las palabras comenzaron a ser reemplazadas por gritos, e intentos de decir algo que finalmente no dijo. –Entonces, quería que vos lo sepas... adiós – –No, Santiago, no, esperá, siempre se puede hacer algo... Santi, no, no me dejes... –el auricular volvió a su lugar y ya nunca más volvió a escuchar la voz de aquella chica, tan dulce, tan inocente, tan mujer.

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