miércoles, 21 de diciembre de 2011

Anoche llovió


¿Viste la tormenta que se largó anoche? ¡Mamita! No, si no sabés, yo estaba caminando, en plena calle me agarró cuando se largó con todo, se largó feo, feo, había así relámpagos a cada rato. Nunca supe bien cuál era el relámpago y cuál era el trueno y el rayo y esa bola, creo que tiene que ver con los sentidos, uno se ve, el otro se escucha o bola así, no tengo idea. Igual, el tema es que se largó recontra feo, madre mía, si yo iba caminando, te digo, venía de la casa de Chicho. Nos habíamos juntado a tomar una cerveza con Chicho, hace años que no lo veía al pobre Chicho, ahí anda, con sus mismos problemas de siempre, es una figurita repetida, no hay caso con Chicho.  Siempre anda en la misma, siempre con su mismo drama, es una cosa de nunca acabar, el Chicho. A veces me da pena, pobre, porque se anda como envolviendo en esa nube de siempre, y con esos mismos problemas y ya cansa, viste que Chicho es así, muy de tirarse abajo, queda hecho una porquería el Chicho, pobre. Nos juntamos a tomar algo y a comer una picadita que llevé yo, le compré unas mortadelitas y unos quesitos que no sabés, parecían de Tandil. El salame fino que llevé, estaba de chupete, una delicia. Chicho puso la birra, porque Chicho si hay algo de lo que sabe es de cerveza, viste que Chicho cada dos por tres se deprime y se toma una cerveza y después no se le pasa, pero él dice que si, es una cosa este Chicho, si te digo cómo estaba ayer y te dan ganas de llorar, jaja, porque el Chicho, mirá.  Lo que no sabía era que estaba mal de la vista Chicho, usa unos culo de botella que necesitás un limpiaparabrisas para limpiarlos. Si anoche antes de irme le decía “aprovechá que se viene la lluvia para limpiarlos afuera”, ja ja. Sí, se reía un poco el pobre Chicho, estaba así bajoneado por ese tema de siempre. Y estuve un rato hablándole, tratando de que esté bien, viste cómo soy yo con los amigos, y más con el Chicho, que lo conozco desde hace 30 años al Chicho, pero bueno.  Y siempre con el mismo drama, mirá. Y nos divertimos igual un rato porque a mi me da de recordar cosas de cuando nos conocíamos, con Chicho nos conocimos en el barrio… pero vos ya sabés, qué te voy a contar si te lo conté como mil veces.  Pero nos da de recordar, una vuelta nos metimos en el potrero en un día torrencial de lluvia, feo, pero fulero, eran las 3 de la tarde y estaba que parecía noche, mirá. Y se largó una de lluvia que no sabíamos para dónde correr. Ese día ha´biamos estado matando sapos y lauchas en el potrero con Chicho. El Rúben se había rajado antes, medio cagado, claro, eso era como un pecado, viste, lo de matar sapos, qué se yo. Pero esa vez se largó una, por dios, no sabés, estábamos que nos hundíamos en el barro.  Nos moríamos de risa en un momento.  La lluvia tiene eso, viste, parece como que de repente te limpia, te saca todo. Si cuando salimos del potrero hicimos dos cuadras y quedamos limpitos.  Pasa eso, no sé.  Tiene como una cosa así la lluvia. Bah, eso siento yo, me provoca eso.Y anoche lo hablaba con Chicho, viste, que tiene esa cosa así en la espalda, el pobre. Estaba como raro, peor que de costumbre, le dije que saliera, que semojara un poco, que se iba a sentir mejor, pero claro, mirá que en 10 años hubo tormentas. Y si, te digo 10 años porque es así. Siempre Chicho tuvo algo que lo molestaba, pero desde hace 10 años… desde ese día se profundizó todo más, pobre chicho. Si se quiso hasta matar alguna vez, lo vuelve loco eso al Chicho.  Aquél día la cagó en grande. Esa noche me acuerdo de que, sabés, no llovió.  No llovió, fue como que no sé. Viste que te digo, la lluvia como que te limpia, pero tiene que ser así, inmediato, algo de toque, no de días, incluso ni de horas. Yo te digo, si esa noche hubiera llovido… en una de esas no quedaba así Chicho.  Qué se yo, uno lo ve así, viste, como medio así todo. Puede que sea raro, pero no sé. Me sentí tan mal, de verlo así. Tan mal me sentí que de la pena que tenía pasé a una bronca, una bronca pero así enorme.  Viste, qué se yo. Y yo soy como el Chicho en el fondo. Cuando exploto, exploto,d e bronca exploto y mueren alrededor, hay onda expansiva. Y viste, qué se yo. Había quedado ahí el cuchillo con que cortamos el salame.  Y el Chicho estaba así y yo tenía tanta bronca por verlo así, me dio tan pusilánime en un momento, tan merecedor de… librarse de eso.  Tan sometido, tan forro, tan hijo de remil puta.  Tan pero tan hijo de puta, el pelotudo.  Un forro, de aquella vez, mirá que agarrse con esa nena, una santa era. Y este forro de Chicho… y uno se deja llevar a veces.  Qué se yo, viste, cómo es eso, una emoción.  Y me fui como medio atormentado después, porque Chicho quedó como así, tan tranquilo que parecía que me pasaba todo a mí. Menos mal que cuando salí se largó tremenda tormenta. ¿Viste la tormenta que se largó anoche?  Terrible la tormenta.

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