"Si un creador es profundo, si no practica esa fabricación de best-sellers de temporada que hoy reemplaza en su mayor parte a aquella misión sagrada que recuerda Jaspers en los trágicos griegos, es por lo tanto un rebelde, un delegado de las Furias, aún sin saberlo, y por supuesto sin quererlo. Y pobres de las naciones que olvidan este sagrado derecho a la rebelión de sus grandes creadores. Si la madurez de un hombre comienza cuando por primera vez advierte sus limitaciones y se avergüenza de sus defectos, la madurez de una nación empieza cuando sus mejores hijos comprueban que las infinitas perfecciones con que en su infancia la creían dotada no son tales, y que, como esas naciones, como todas las naciones, sus virtudes están inexorablemente unidas a sus defectos."
Ernesto Sàbato (1911-2011)
Fragmento de El problema del arte.
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